sábado, 7 de junio de 2014

Recuerdos

( No son muchos los textos que pude agrupar bajo este título. Luis miraba poco para atrás)

El mentiroso

Era pibe, claro. Quería impresionar a mis compañeros, que me reconocieran, no sentirme un cero a la izquierda pero mi timidez lo dificultaba. Por eso lo intentaba solo cuando, por algún motivo, una falsa sensación de seguridad se imponía sobre mi habitual actitud temerosa. Entonces me lanzaba a contar historias en donde oficiaba de chico valiente o atravesaba indemne las situaciones más difíciles. Evidentes mentiras a las que mis ocasionales espectadores respondían con sonoras carcajadas. En cuanto la primera de estas estallaba mi relato perdía impulso, seguía  hablando con una voz débil y titubeante para finalmente abandonar la escena sonrojado y avergonzado. Hoy en el invierno de mi vida no se cuanto influyeron aquellos papelones en este tipo hosco, ermitaño y amargo que hoy soy. Pero, por las dudas, siempre aconsejo: mentir no es nada bueno.


Un trip


Recuerdo aquellos años de la beca en Carolina del Norte. A mis 25 años era un joven licenciado, inteligente, serio, tímido, con evidentes problemas para relacionarme. La forma en que vestía, la forma titubeante en que me comunicaba expresaban un problema que me hacía vulnerable y retraído. Todo lo compensaba con una inteligencia algo más alta que la media y una dedicación total al estudio. En Carolina me sentí en seguida libre y ligero de equipaje: ese mundo que pisaba no sabía nada de mí, de mis problemas, de mi historia. Yo podía haber seguido siendo el que era, pero apareció Danny, mi compañero de habitación en el campus y fui otro. Aquello de “la malas compañias” funcionó y de repente mi vida se convirtió desde esa noche en que fumé mi primer porro, en un torbellino de excesos y locura. Que por supuesto terminó mal: con expulsión y regreso inmediato a mi mundo. Los recuerdos de aquellos días hoy aparecen borrosos, como si fueran una película vieja, o una historia que otro me cuenta. No reconozco nada que me haya quedado de aquel Luis que en algún tiempo fuí. Cuando, algunas veces dudo y me pregunto si aquello no fué más que un sueño,  abro el cajón de mi escritorio, toco el viejo boleto de American Airlines y vuelvo a mi trabajo.



Ucronía

 Tal vez hubiera sido un tipo distinto. Pero lo cierto es que me crié solo, sin padres, sin hermanos. Solo una tía intentó darme algo de cariño, hizo lo que pudo.
A veces me imagino en una casa con jardín, con una familia en serio, viviendo lo que todos viven: amor, peleas,celos, calor, envidia, en definitiva sentimientos. Todos, los buenos y los malos.


Todo a lo que le dije que no 

- La pereza
- La autoridad de papá
- El camino que pretendió trazarme
- La tontería de la adolescencia
- Lo que me distrae de mi carrera
- Lo que se aparta de la razón
- Casarme antes de encontrar la mujer que sea como lo deseo
  

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